Entrada: ¿Puede ser el enfoque sistémico una herramienta de transformación a la crisis que enfrenta el sistema educativo a nivel mundial?

Tanahí Enríquez
Published On: mayo 30th, 2025By

Según la UNESCO entre 2015 y 2022 ha aumentado el número de docentes que han abandonado su profesión. El incremento de la violencia en las aulas ha sido una de las razones de mayor peso. 

En general las estadísticas muestran que 8 de cada 10 docentes, por lo menos en Chile, han sido insultados o amenazados por los alumnos e incluso por los padres, por simples llamados de atención para que guarden el celular o mantengan silencio en clase.

Los docentes que antes solo se preocupaban de enseñar a los alumnos, hoy en día tienen que preocuparse por cómo salir ilesos de un día de trabajo.

El deterioro de la salud mental de los docentes se ha acrecentado al punto de que en el Reino Unido, más de la mitad quiere dejar la profesión ,sobre todo por la sobrecarga de trabajo, esto según datos recogidos por la organización benéfica Education Support.

De la misma forma una encuesta realizada en los Estados Unidos por la Corporación Rant, muestra que en el 80% de los países a nivel mundial, los docentes hombres son los que más renuncian, el doble de las mujeres docentes. Esta tendencia puede variar en algunos países, sin embargo, lo que sí es claro, es que cada vez más docentes están dejando su profesión.

Las razones de esta crisis que están enfrentando los sistemas educativos a nivel mundial pasa por :

  • El aumento del nivel de exigencia que los docentes deben enfrentar.
  • Se les exige que sean cada vez más abiertos a los cambios, por ejemplo tecnológicos, que incluye el uso de celulares en el aula.
  • Que aborden de una manera asertiva la diversidad cultural,  la inclusión y  al mismo tiempo que sepan manejar los conflictos escolares dentro y fuera del aula.
  • Igualmente estar actualizados en los cambios de las normas culturales que se transforman vertiginosamente y la realidad es que muchos no están capacitados para enfrentar todos estos cambios , que al final se traducen en un deterioro físico por fatiga crónica, falta de apetito, ansiedad, estrés, irritabilidad, y por supuesto la caída del rendimiento laboral. Como ya lo dejó claro la OMS “el estrés laboral es la epidemia del siglo XXI”.

También el aumento del uso de drogas en los colegios e instituciones educativas, ha sido un caldo de cultivo para todo tipo de conflictos, transgresiones a las normas y falta de respeto a figuras de autoridad como lo es el docente. Las agresiones a los docentes han ido desde un insulto verbal, hasta una agresión física violenta, poniendo en algunos casos,  la vida del docente en riesgo de muerte. 

Igualmente el bullying sigue siendo una de las situaciones que enfrentan a diario tanto docentes como alumnos, aumentando según reportes a nivel mundial, ahora con su versión tecnológica, como es el cyberbullying. Una de las quejas de los docentes que fueron encuestados en estas investigaciones, es la falta de participación de los padres en las posibles soluciones a esta crisis mundial. Los docentes señalaban que muchos padres pretenden que el docente se encargue de inculcar en los alumnos valores familiares básicos, como el respeto a la autoridad, a sus compañeros y a todo su entorno.

Los docentes argumentan que los padres son fundamentales en el proceso de formación de los hijos, porque ellos son sus primeros referentes, por lo tanto si los padres son respetuosos en el hogar los hijos también lo serán en todo el entorno en donde se mueven, por el contrario si en el hogar lo que frecuenta es la violencia física y verbal, la conducta del alumno estará dirigida hacia la repetición, con sus pares, docentes y demás miembros de la comunidad educativa. La relación entre distintos sistemas,  el sistema familiar y el sistema educativo, nos muestra que la interacción es necesaria e inevitable por lo tanto un sistema influye de manera categórica en el otro y  viceversa, llevándolos a  ambos, a cambios profundos. 

Los docentes de las instituciones públicas se ven más afectados ya que las familias por lo general, no tienen los recursos económicos para canalizar y potencializar las habilidades de los estudiantes en los distintos procesos cognitivos y psicológicos, lo que les permite más tiempo de ocio que emplean con uso excesivo de las redes, adicciones, apuestas online, entre otras actividades nocivas para su desarrollo. 

Además la incapacidad de no poder filtrar la información que les llega a través de las redes, potencia su comportamiento agresivo y hostil porque no saben cómo moderar sus emociones,  ya que todo lo que ven por las redes lo toman como real y lo quieren repetir en los diferentes ámbitos en los que se mueven. Esto sucede en la mayoría de los casos en edades muy susceptibles, como es la adolescencia.

¿Pero cuáles son las posibles soluciones a esta crisis? ¿Cómo podemos desde el enfoque sistémico brindar herramientas que fortalezcan la comunicación y las relaciones de todos los miembros del sistema educativo?.

Cuando hablamos de sistemas tenemos que hablar de los principios que los rigen y de su significado.  La palabra “sistema” viene del latín systema y este del griego,(systema= Unión de cosas en una manera organizada). Un sistema es un conglomerado de partes o elementos, que individualmente cumplen funciones específicas pero que juntas sostienen y transforman el todo. Cuando una de estas partes sufre algún cambio, éste afectará a los otros provocando disfunciones y desequilibrio, que se traducirán en caos en su organización, hasta que eventualmente pueda lograr la homeostasis y la vuelta al equilibrio. Los sistemas en general están regidos por ciertas leyes que les permiten  autorregularse y mantenerse en constante evolución, por lo tanto no los podemos ver como algo aislado,  todos sus componentes están relacionados unos con otros y se mantienen adaptándose a los cambios externos e internos. El producto de estos cambios los hace tener propiedades o características que no pueden esperarse, ya que sus componentes individuales evolucionan, crecen de forma distinta unos de otros afectando al todo de manera imprevista.

Las instituciones educativas son un claro ejemplo de un sistema, formado por distintos actores que se encuentran interactuando constantemente.

En el sistema educativo, la búsqueda de esta homeostasis, puede venir acompañada de innumerables conflictos que pueden aparecer en el aula o salón de clase, alterando todos sus componentes (alumnos, maestros, padres, representantes, directivos, personal administrativo y obrero) y afectando de forma significativa, la misión en el ámbito educativo, que es formar individuos para la vida y la evolución de la humanidad, en toda su expresión.

Los sistemas educativos a nivel mundial,están claramente atravesando un estado de disfunción y caos,  llevando a uno de sus componentes, en este caso el docente, a cambio físicos, mentales y de estrés laboral que ha llevado a todo el sistema a una situación caótica, donde el conocimiento académico del docente no ha sido suficiente para afrontar los desafíos emocionales que han surgido en estos años. 

La tarea docente es cada vez más difícil, frente a los retos que significan los cambios sociales y culturales que se están presentando en la sociedad y en el sistema educativo.

El docente como parte de ella, necesita de herramientas terapéuticas y de inteligencia emocional distintas a las que tradicionalmente han venido utilizando en estos últimos años.

El docente como eje central de la educación del ser, para la sociedad y para la vida,  está obligado a entender la importancia de ver la educación como un sistema integrado por distintos componentes, donde cada uno cumple una función específica y juntos le dan vida y guía a la institución, cumpliendo un papel relevante y necesario para el funcionamiento de  todo el sistema y que ninguna de sus partes puede ser excluidas ni tampoco aisladas. 

El estudiante y su familia, al igual que las instituciones educativas, son sistemas que se rigen por leyes que facilitan su funcionamiento, interacción y que forman parte a su vez del sistema educativo. Un sistema dentro de otro sistema. 

¿Pero qué sucede cuando esas leyes naturales que rigen los sistemas se quebrantan o transgreden?

 La respuesta es exactamente lo que está sucediendo a nivel mundial en el sistema educativo. Aparece el caos, los conflictos de toda índole y la destrucción del sistema, con conductas como la violencia escolar, el bullying, xenofobia, dificultades en el aprendizaje, la deserción escolar, agresiones físicas y psicológicas, comportamientos adictivos e incluso la inducción al suicidio. Todo esto, resultado de la transgresión de las leyes que rigen todos los sistemas. Sin embargo los sistemas tienden a autorregularse para asegurar su permanencia, nutrirse, crecer, aumentar sus vínculos, sus miembros, constituyendo grupos más grandes, comunidades en donde confluyen distintas culturas, tradiciones, creencias, siguiendo un orden natural en el tiempo y leyes naturales que encontramos en todos los grupos humanos. 

El rol protagonista del docente como solución a esta crisis mundial del sistema educativo, en mi opinión, es prepararse desde una visión sistémica,  como una herramienta adicional a su formación profesional.

Desde el enfoque sistémico y basado en la filosofía de las constelaciones familiares (creada por el filósofo alemán Berth Hellinger), esta preparación comienza por entender, que todos los sistemas operan bajo las leyes sistémicas, que nos dice que todos pertenecen por igual al sistema, independientemente del rol que tengan y de la actuación dentro de ese sistema. ¿Qué significa esto?  Que cuando un miembro del sistema, en este caso del sistema educativo, es excluido, rechazado o no mirado, actúan las leyes sistémicas y comienzan a producirse un desorden en él, generando conflictos en el aula, conductas agresivas, violencia física y psicológica, bullying ,desprecio a los demás miembros del sistema, en este caso, refiriéndose a un salón de clase. 

Otra ley que rige los sistemas es el orden de jerarquía,que nos dice que el que llega primero tiene prioridad sobre los que llegan después. En el caso de los sistemas educativos el docente está al servicio de los sistemas familiares, en especial al servicio de los padres. Por eso es importante que el docente comprenda que cuando quebrantamos el orden de jerarquía, porque no sabemos cuál es nuestro lugar, podemos provocar un conflicto en el salón de clases. Muchas veces el docente desprecia la labor que los padres hacen desde el hogar,  poniéndose por encima de ellos, sintiéndose más importante, más grande, e incluso manifestando abiertamente el rechazo a los padres. Esto sin duda es una transgresión de la ley de jerarquía que rige a los sistemas. El docente en ocasiones pone a los alumnos en la diatriba de escoger a quién debe seguir ,a quien debe ser fiel, provocando un desorden que se traducirá en falta de respeto a la autoridad,  al propio docente, dificultades en la comunicación entre padres y representantes de la institución,  violencia en sus distintas expresiones dentro y fuera del contexto escolar. 

Del mismo modo mantener el equilibrio entre el dar y recibir en el sistema,  es  esencial, ya que cuando un maestro ve un alumno con lástima, porque le muestra  alguna dificultad que pudiera estar arrastrando desde su hogar, (violencia intrafamiliar, abuso en sus diferentes manifestaciones),  quiere salvarlo de sus padres o de su destino, dando más de lo que le corresponde como docente,  excluyendo y restándole importancia a los padres de los alumnos, provoca un desequilibrio en el sistema.  Esto podría traducirse en un rechazo de por parte de los padres hacia la institución o hacia el mismo docente,  dificultando la interacción y la comunicación entre todos los miembros de la institución educativa. 

El maestro debe siempre ver a los padres del alumno con honra y ponerse al servicio de su sistema. Solo cuando el maestro se limita a ver a su alumno con sus padres y todo su sistema atrás, todo fluye y se libera el conflicto que pudiera haber surgido en el aula. Preparar al docente desde la enseñanza sistémica, le daría una ventaja al momento de abordar situaciones en el aula, ya que tendría la capacidad de valorar los posibles conflictos que se presenten. El docente deberá comenzar un trabajo de crecimiento personal,desde esta mirada sistémica, poniéndose en contacto con las fuerzas que impulsan a todos sus miembros, teniendo presente que cada uno forma parte de otros sistemas diferentes al suyo, dándole el lugar que le corresponde a padres, madres, profesores, alumnos, directivos y demás miembros del ámbito educativo.

Finalmente esta situación de los sistemas educativos a nivel mundial, es una evidencia de la interconexión que existe en los miembros de un sistema y cómo las decisiones, acciones, incluso tomadas en el pasado, pueden afectar el presente de sus miembros y la totalidad del mundo. Al integrar estos conceptos en el ámbito del sistema educativo,  todos sus miembros, en especial el docente, tendrá a su disposición la capacidad para mejorar su alcance de influencia en el área cognitiva de sus alumnos e impactar su nivel de vibración energética y emocional,  así como el de su familia y de todos sus sistemas familiares, integrando ciencia y espiritualidad, para formar hombres y mujeres que harán del mundo un mejor lugar para vivir.

Y termino con esta frase de Nikola Tesla 

“Las peleas entre individuos, así como entre gobiernos y naciones, son invariablemente el resultado de malentendidos en la interpretación más amplia del término. Los malentendidos siempre surgen por la incapacidad de apreciar el punto de vista del otro. Otra vez, esto se debe a la ignorancia de los interesados, no tanto en ellos mismos, como en sus campos de inversión. El peligro de un enfrentamiento se ve agravado por un sentimiento más o menos predominante, planteado por cada ser humano. Para resistir esta inherente tendencia al conflicto, lo mejor es disipar la ignorancia de los hechos de los otros mediante una sistemática difusión de conocimientos generales. Con este objetivo en la mira, sería más fácil el importante intercambio de pensamientos y el relacionamiento con los demás”.


Tanahí  Enríquez

Odontóloga,

Técnico en Enseñanza Sistémica Firmado por Brigitte Champetier de Ribes y Pilar Vivó